Cuéntame Un Cuento: El Soldado de Plomo y La Cerillera

No en cuenta muy buenas a todas las personas que estéis escuchando cuéntame un cuento programa de radio web taxi próximamente serán las vacaciones de navidad y por lo tanto hemos querido hacer un programa un poco especial en esta ocasión no contaremos un relato breve o un cuento sino dos y teniendo en cuenta la temática de estas fechas hemos escogido descuentos muy especiales el primer cuento será el soldaditos de plomo uno de los muchísimos recopilados por el escritor hans christian andersen recordemos que es uno de los autores de cuentos de hadas más renombrados debido a la cantidad de relatos sobre todo pertenecientes al folclore de su país que recopila durante años así pues sin más dilación comenzamos con el soldaditos de plomo eran si una vez veinticinco soldados de plomo todos ellos eran hermanos pues lo sabían fundido de una misma cuchara vieja llevaban el fusil al hombro y miraban de frente el uniforme rojo y azul era precioso las primeras palabras que oyeron en cuanto se levantó la etapa de la caja que los contenidos fue este periodo las pronunció un chiquillo dando una gran palmada eran el regalo de su cumpleaños y los alineó sobre la mesa todos eran exactamente iguales excepto uno que se distinguía un poquito de los demás le faltaba una pierna había sido fundida el último y el plomo no había sido suficiente pero con una pierna se sostenía tan firme como los otros con dos y del precisamente vamos a hablar aquí en la mesa donde los colocaron había otros muchos juguetes entre ellos destacaba un bonito castillo de papel por cuyas ventana se veían las salas interiores enfrente unos arbolitos rodeaban un espejo que parecía un lago en el cual flotaba ni se reflejaban unos días desde cero todo era en extremo primeros o pero lo más bonito era una muchachita que estaba en la puerta del castillo ella también era de papel y llevaba un hermoso vestido y una estrecha banda azul en los hombros a modo de pajín cruz relucientes estrella de oropel en el centro tan grande como su cara la chiquilla tenía los brazos extendidos pues era una bailarina y una pierna tan levantada que el soldado de plomo como no alcanzaba a verla a cabo por creer que sólo tenía una pierna como el aquí está la mujer que necesito pero está en una posición mucho más elevada que yo vive en un palacio mientras que yo vivo en una caja y encima somos veinticinco los que vivimos en ella no es lugar para una princesa sin embargo intentaré a hablar con ella entonces se situó detrás de una que era que había sobre la mesa desde la cual podía contemplar a sus anchas a la distinguida tramita que continuaba sosteniéndose eso de un pie sin caerse al anochecer los soldados de plomo salvo nuestro protagonista fueron guardados en su caja y los habitantes de la casa se retiraron a dormir este era el momento que los juguetes aprovechaban para jugar por su cuenta a visitas a guerra o a baile los soldados de plomo alborotaba en su caja porque querían participar en las diversiones pero no podían levantar la etapa el cascanueces era dar volteretas todo el y el pizza ring