LAS DISCUSIONES HACEN MAL
Amados!
Muchos de ustedes han escuchado: ′′ Quieres tener la razón o ser feliz "? Hay que prestar más atención en el sentido que eso trae, pues nos hace recordar que estamos formados por muchos cuerpos más allá del físico. Una discusión siempre va a interferir directamente en los principales cuerpos, es decir, en lo físico, en lo emocional, en lo mental, en lo espiritual y en lo etérico.
LAS DISCUSIONES CREAN ENERGÍAS DENSAS, QUE ALIMENTAN LAS ENTIDADES DENSAS, QUE SE BENEFICIAN DE ESTAS ENERGÍAS, Y POR ESO, SON ELLAS QUE SOSTENTAN LAS DISCUSIÓNES.
Ustedes entienden la sutileza detrás de una discusión? Ya hablamos aquí sobre las energías negativas del miedo, la ira y el sufrimiento, que son emanaciones fluídicas negativas que alimentan a las entidades de la oscuridad. Pero hay que entender que no son solo los platos predilectos de los oscuros. Las discusiones también se prestan a eso.
Por qué todavía discutimos? Obviamente, los humanos encarnados siguen presos a la dualidad y a la limitación de la conciencia de la tercera dimensión. Esto todavía dificulta el entendimiento de la verdad real que siempre se nos ha ocultado. Solo ahora, en el umbral de una Nueva Tierra, en la medida en que la conciencia se expande, la comprensión de esta y de otras situaciones comienza a tener sentido.
A lo largo de los cientos de encarnaciones en este Mundo de Pruebas y Expiaciones, sufrimos las duras lecciones de la dualidad. Nuestro niño interior fue herido de muerte en incontables batallas por sobrevivir. Y todo el colectivo de la Tierra, ayudó a crear una densidad energética que involucró al planeta en una bruma muy pesada.
Estas energías quedan estacionadas en la Psicosfera de la Tierra, y cada vez que reencarnamos, las encontramos bien sobre nuestra cabeza. Las entidades astralinas que se alimentan de ellas no encarnan, por lo tanto, siempre están allí esperando su alimento, cuya producción nunca cesa. Cuando se dan cuenta que baja el nivel del inventario, encuentran medios para activar el cuerpo emocional de los encarnados, e incluso sin darse cuenta, los humanos reponen las existencias.
Las tinieblas son ardientes! Conocen muy bien los arquetipos humanos. También conocen la psicología de cada uno. Saben del potencial de cada encarnado, pues estando ellas en la 4 D, pueden leer la mente de los encarnados que están en la 3 d.
Lo que nos causa dolor mientras encarnados, todo lo hacemos para tratar de deshacernos de la incomodidad. Incluso siendo recuerdos doloridos de las vidas pasadas, impulsivamente, nos impelen la no aceptación. Y la negación de ese dolor genera el intento de transferirla a los demás.
Jugando este dolor para los demás, tratamos de repartirlo al colectivo. Al hacer esto, pasamos a ver en los demás, justo lo que hay dentro de nosotros. Es una forma inconsciente de encontrar una justificación que no nos condene por las fallas del pasado. Esto no es más que una PROYECCIÓN, pero en la creencia limitada, de todos modos, es un intento de deshacerse de la carga indigesta.
Entonces, qué tiene que ver una discusión con todo esto? Todo tiene que ver! Primero es la no aceptación de nuestros propios defectos y fallos. Segundo, siempre es más fácil acusar a los demás que asumir que somos realmente responsables de nuestras acciones. Y tercero, porque vemos en los demás aquello que está en nosotros, haya visto que ellos son espejos que reflejan nuestra verdad oculta.
Discutimos no porque no aceptamos el posicionamiento del otro, sino porque reconocemos que atrás, fue exactamente esta posición que asumimos y nos arrepentimos amargamente. Nos arrepentimos porque tales actitudes provocaron mucho dolor, y que sangran aún hoy.
Hay que curar nuestras heridas internas. Y no es proyectando en los demás que lo haremos. Esto solo será posible cuando viajemos dentro de nosotros mismos. Hay que acoger a nuestro niño miedoso, arrepentido, culpable, sufrida. Hay que acogerla amorosamente! Ella necesita cariño y afecto, porque está necesitada y asustada. Reconocer esto es el primer paso para la cura. Reconocer que el problema no está en el otro; está dentro de nosotros.
Toda discusión es realmente un grito de auxilio. Al transferir a los demás el bolso de dolor que está a punto de estallar, estamos tratando de sobrevivir al colapso emocional que estas energías están a punto de provocar. Esta cuestión psicológica de transferencia es muy bien utilizada por las entidades astrales negativas.
Todo el tiempo tratan de sugestionar las conciencias humanas que este es el mejor camino con el fin de deshacerse del dolor de nuestro niño interior. Por estar en la 4 D, pueden controlar las mentes de los encarnados, pues estos están en la 3 d. A su vez, los encarnados, sin siquiera darse cuenta, activan las energías de los elementales de la 2 D, y estas son atraídas y atrapadas en la conciencia y en las células humanas.
Son los elementales los que provocan las enfermedades. Una vez atrapados, solo consiguen su libertad si muere la energía superior 3 D. La muerte del cuerpo físico 3 D, libera los elementales de la 2 D y al mismo tiempo, promueven la sanación del alma encarnada en la 3 D. Esta es una elección de cada conciencia, Aunque las entidades de la 4 D trabajen arduamente para que este círculo vicioso se perpetúe, una conciencia despierta, puede romper tal paradigma.
Tomando conciencia de esta realidad, podemos liberar los elementales sin necesidad de pasar por la muerte del cuerpo físico. Este es un proceso de sanación fabuloso, pero aún poco utilizado por los encarnados.
Al entender que nada de eso es necesario, el ciclo se rompe. Reconocer que lo que vemos en el otro, es una faceta de nosotros mismos, impide que las entidades de la 4 D se beneficien de estas energías negativas. Impide que atrapemos los elementales de la 2 D. Impide que necesitemos pasar el dolor nuevamente, pues como dije antes, el dolor actual no es real. La mayoría de las veces es solo la herida abierta correspondiente a los dolores ya vividos en el pasado. Finalmente, entendemos el verdadero proceso del aprendizaje aquí en esta escuela de almas.
No discutir puede ser un hermoso inicio de despertar. Por supuesto que no es todo, pero ya será un paso importante en la curva en la que estamos. Recordando que en una discusión, el problema no está en el otro; está en nosotros. Entender que la discusión está sacando a relucir un recuerdo doloroso que tratamos de ocultar durante mucho tiempo. Así que acusamos a aquel que está allí solo para recordarlo. Nos hace recordar que nuestro niño interior sigue llorando y necesita una mirada amorosa.
Soy Vital Frosi y mi misión es la aclaración!
Namasté!
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