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La Inquisición española en Sevilla se estableció en la segunda mitad del siglo quince, donde y al pronto de ello ya comenzó su tenebroso itinerario de acusados, enjuiciados y ejecutados por cientos de personas. Acusaciones falsas a mansalva se podrían ir sucediendo a lo largo de un antiguo período en que el solo hecho de que una persona fuese señalada con el dedo por algún tipo de inventada o imaginada herejía allá que te encarcelaban en las terribles mazmorras, con torturas inhumanas incorporadas.
José Manuel, ese último reo de la Inquisición española en Sevilla eras tú; terrible y no exento de la total realidad que fueras tenido que asumir en aquellos convulsos tiempos. Otra persona distinta, pero en la idéntica dedicación a la tuya, o similar, fuese hablado hoy de los últimos reos y sus motivos para haber sido ejecutados en Sevilla por los verdugos de la Inquisición, y entre ellos, triste e irremediablemente tú y tu libro. Tremendo