La mirada del Monstruo (Nómadas 12)

Un velero navega por las aguas del océano ártico tempranos de hielo el barco se desliza rumbo el norte con sus velas desplegadas al viento tripulación se envuelve en sus abrigos de lana mientras observa como el capitán con sus ex tienen la mano mide la altura del sol sobre el horizonte confían en él aunque su nombre joven determinación y se hace pensar que muy pronto a pesar de las dificultades logra su objetivo el polo norte cuando el capitán se dirige a su camarote para tomar notas en su cuaderno de bitácora escucho tumor sombra escrita señala que la lejanía algo se mueve sobre el banquillo el capitán extiende su catalejo y observa el punto indicado por sus tripulantes parece ser un extraño trineo que se aleja a toda prisa y sobre el un hombre que parece un gigante quién puede estar en estas solicitudes se pregunta el capitán entre estos kilos en estas agua esquina hasta este momento si atrevida visitarlo sin saberlo a de visado al monstruo cuando pensamos en el monstruo acuden a nuestra mente diversas imágenes seréis deformes o terrorífico dos imágenes del cine o quizás los monstruos reales que a veces emergente y las noticias de televisión seguramente unas las imágenes más emblemáticas del monstruo en el arte sea la icónica figura cinematográfica de por carlos interpretando la criatura creada por el doctor frankie stein en la película de mil novecientos treinta y uno y es a este monstruo o mejor dicho a la creadora de este monstruo mero chile hay quien quiero dedicar este capítulo de nómadas frankie stein o el moderno prometió es una obra que ha cumplido más de doscientos años y sin embargo creo que es ahora más actual que nunca intentar explicar por qué deberías leerla si no la has leído aún y sobre todo porque hay que conocer tanto américa chile como horas extraordinarias personas que le acompañaron a lo largo de su vida soy octavio dennis esto es nómadas y empezamos nuestro viaje vamos a conocer la mirada del monstruo no despierte se la serpiente no se ignore el camino a seguir deja que se desliza la que duermen a través de la onda hierba de los prados ninguna abeja la única arrastrarse ni una mosca despertar agitada en la cuna de su flor ni tampoco la luz de las estrellas mientras entre la hierba con silencioso el treinta de agosto de mil setecientos noventa y siete um hizo una anotación en su diario en medio de aburridas líneas donde refiere sus reuniones perfectamente ordenadas aparecen unas palabras improvisadas mera batidas casi con desgranar que dicen nacimiento de midi veinte minutos después de las once de la noche no parece un gran acontecimiento sobre todo si tenemos en cuenta que está reflejando la llegada del mundo ni su primera hija