La matanza de vallecas o la venganza de las sexy dolls

Una matanza de vallecas hola vengan de las éxito un relato escrito por maria de ruedas julio empresarios de éxito de toda la vida a sus y seis años aburrir tu y frustrado en el aspecto sexual se había decidido aprobada aquella novedad al abrir la puerta allí se encontró con sus protuberantes protuberancia aspecto orales erguida hacia el techo de las suntuosa habitación reposa sobre su espalda en el centro de la cama sábanas falsas y con forma de gran corazón la muñeca de silicona que apenas quince minutos antes había elegido en la recepción de entre un detallado catálogo de páginas clasificadas las proporciones imposibles de aquella fijo brain arte expone a de un modo sin precedentes las fantasías de su ser más mezquino y es que don julio un tipo más bien timorato en condiciones normales y bastante cobarde en las más cruciales no casi habría atrevido hacerlas realidad con una chica de verdad por obvio temor a las consecuencias su físico pequeño razón de blando no le hacía muy capaz de imponerse ni de resistir las probables represalias pero con aquella rosa aquella muñeca no podía haber ningún problema se empezó a desvestir tras soltar taconazo la puerta para cerrarla su pequeño miembros de este trabajo de la larga va de su vientre os dándole ansioso como siempre he usado como no dejando las prendas de ropa caer al suelo de camino a derecho se aproximó doce anticipación completamente desnudo y haciendo alarde de una genuina falta de agilidad se subió a la cama se dirigió a los pies de la muñeca que miraba al techo con absoluta indiferencia y tras coger un e impulso se arrojó sobre hecha con verdad cero furor no es que hiciera un salto del tigre o algo parecido lo que había hecho don julio era saltar de culo sobre la cada de la muñeca imaginarse que de esa forma asfixia una joven quizás remera alrededor sus cortos y esos dos doscientos entre los cabellos negros y brillantes que asomaban entre sus muslos y empezó a moverse como si cabalgar sobre ella al trote nunca había sido tan feliz y resuelto como en esa ocasión imaginándose que tras sus testículos una mujer de verdad se quedaba sin respiración sin embargo de pronto algo le golpeó bajo el cuello justo en la revista trato de volver se molestó y asustado convencidos de que alguien habría entrado en su habitación pero antes de conseguir girarse lo suficiente con el rostro de la muñeca francamente encajar sus nalgas de goma le su rol en el lado de la cara dedo gordo de silicona por poco no le había dado en el ojo don julio confundido grito con auténtico enojo trato de levantarse incorporarse huevos sobre la cama pero descubrió que los brazos de la muñeca le volví a los muslos no podía fase y seguir recibiendo patadas en