Como si del guión de una película independiente se tratara, ignorada por la mayoría porque habla de verdades que ninguno queremos analizar, la realidad supera a la aflicción.
Lo que está y se sobreentiende que estará, amarga el día desde el desayuno. Y yo, hipócrita de mí, decido ignorarlo porque se entromete en mi rutina. Y tú también lo decides.
Para que mi mísero sueldo de país rico alcance, me visto con ropa que otros confeccionan por un sueldo aún más mísero, y de un país no tan pobre. Y tú también.
Para poder usar transporte por un precio que alguien supuso razonable, decido que en otros países, ricos en combustible, no es tan importante que su gente disfrute de mis derechos. Y tú también.
Mis derechos, no siempre respetados, me dan la opción de quejarme, pero la rutina sugiere que hay cosas más importantes. A ti te pasa igual.
Para disfrutar de un partido, o de un campeonato entero, valido la política de un país donde las mujeres son poco menos que un estorbo, salvo para trabajar y tener descendencia. Y pagamos una buena cantidad por ello.
Y para poder evadirme, porque todo esto es éticamente inaguantable, pago más dinero porque me ofrezcan horas y horas de ocio en forma de libros, cine, series, videojuegos y demás productos y servicios que otras personas crean por dinero para ser tan “felices” como yo.
Ocio que, por otro lado, intenta recordarnos casi continuamente que hagamos lo correcto y que no dejemos de valorar nuestra individualidad. Y sólo para estar perpetuamente frustrados por no poder cumplir esas metas.
Veo noticias para despotricar de lo que no entiendo, y me tranquiliza saber que una guerra está lejos. Y a ti también.
Para mí, lo tuyo no es tan importante, porque creo que no me afecta y lo mejor de todo, que no me va a afectar. Y a ti, no te importo.
Parece que así es como avanzamos, como una inconsciente plaga de langostas.
Hasta otra.
===============
Tema musical: Faith in you, de DEX 1200
===============
Más contenido en https://capsulas.ciudadanoelectronico.es
Comentarios